Burgos es una de esas ciudades que dan mucho y piden muy poco: tiene una gastronomía fantástica, historia, arte y un montón de bares estupendos, y se puede explorar a precios más que razonables. Por eso Cervezas San Miguel, de la mano de Ciudades Magníficas, te quiere acompañar por algunos de los bares de Burgos en los que podrás tapear bien y barato, y, sobre todo, disfrutar de un lugar increíble.
Dicen que en esta ciudad solo hay dos estaciones: el invierno y la del ferrocarril. Y sí, es verdad que el aire es fresquito la mayor parte del año. Pero también es cierto que, a pesar de eso, estamos ante uno de los lugares más cálidos del universo, sobre todo a la hora de echarse a la calle, disfrutar del terraceo e ir de pinchos. La comida en general es fantástica pero las tapas son increíbles: te puedes pasar el día callejeando y alternando de bar en bar, y encontrar en cada rincón o esquina una propuesta nueva y sorprendente. Por eso tapear en Burgos centro es un must de cualquier plan que se precie.
Además, ese airecito fresco que caracteriza a la ciudad también tiene sus ventajas: es el que hace que tu cerveza Magna se mantenga perfecta a temperatura ambiente para disfrutarla en una terraza y en un entorno urbano increíble.
Pero, ¿dónde tapear en el centro de Burgos? Aunque se puede comer de maravilla en cualquier parte de la ciudad, hay algunos puntos calientes que son imprescindibles por el ambientillo que los rodea y por las exquisiteces que preparan, y a buen precio. Hay varias zonas para tapear en Burgos que se localizan en torno a varias calles del centro:
Calle Sombrerería y La Paloma
Esta zona es un fijo de la ciudad: va desde la Plaza Mayor hasta la Catedral por la calle Paloma. Y es un lugar de reunión de turistas, personajes locales y de cualquier persona que tenga ganas de ver gente, disfrutar del bullicio e integrarse en el ambiente. Es una de las mejores zonas para probar delicias en miniatura y sentir cómo late y bulle la ciudad. En cuanto a las estrellas gastronómicas, hay una brilla con luz propia en varios locales: las patatas bravas, que tienen que ir, sí o sí, acompañadas de una Magna bien fría. No hay cosa más apetecible en el mundo; por eso este combo de bravas-cerveza se sitúa en el top de cualquier lista de éxitos. A partir de aquí se pueden encontrar variantes del mismo manjar, así que lo mejor es visitar varios locales. Uno de los establecimientos más espectaculares de esta zona es el Gaona Jardín, una joya que hay que buscar para descubrir las sensaciones de un patio andaluz mientras se disfruta de su solomillo con boletus y de una cerveza Magna bien fría. Otro de los fijos que hay que redescubrir es el Rimbombín y su propuesta de tapas de huevo con pisto, el torrezno, la mini hamburguesa de carrillera los tigres, las alpargatas… y un largo etcétera.
Calle Avellanos y Flora
Esta es una de las zonas con mayor concentración de bares; o sea, el paraíso del tapeo. Por aquí discurre el Camino de Santiago y se puede encontrar un montón de propuestas. Aunque hay muchas barras que visitar, el recorrido puede arrancar en La Favorita con unos canutilllos de cecina con micuit, una empanadilla de pisto o una crema de calabaza con txangurro; todos bien regados con una Magna helada. A partir de aquí, un no parar: La Boca del Lobo con sus tacos, el morro o la alcachofa, y la Cantina, que tiene un listado de exquisiteces que arranca con los tigres y acaba con el ragú sin olvidar las croquetas y el ceviche de vieira. Al llegar a la plaza de la Flora hay que parar en La Parrilla del Royal y tomarse su tiempo para paladear las propuestas de su huertica, de la granja, las brochetas a la parrilla o las tostas como la de boletus con trigueros y parmesano.
Zona de San Lorenzo
Pasear por San Lorenzo significa redescubrir locales como La Fauna Gastro, un sitio en el que se pueden disfrutar unas bravas increíbles, con sofrito de chiles ahumados, espuma de ali-oli de yuzu y layu, y un bocadillo de calamares crujientes montado sobre un perrito brioche con mayonesa de cítricos y hierbas aromáticas. Por no hablar de la Taberna Orfeón y sus vinagrillos de pulpo, bonito, capataz…, y La Casona, que tiene unas alpargatas de cecina y de solomillo de cerdo con cebolla caramelizada espectaculares. Todo ello en compañía de una Magna bien fría.
Fuera de estas rutas puedes encontrar la Sala 15, otro lugar para redescubrir en Burgos, en la calle Federico Olmeda: tiene una variedad increíble de cosas apetecibles para picar, todo ello con un aire casero. Y en la calle José María Codón, el restaurante Carmen ofrece una propuesta de picoteo con tostas, croquetas, patatas bravas, pulpo y muchas cosas más que lo convierten en uno de los locales Magníficos de la ciudad.
Todo un universo gastronómico en miniatura que Cervezas San Miguel quiere que descubras de la mano de Ciudades Magníficas para que disfrutes de su encanto y de su ambiente.