Las casas de colores de Irala
Prepárate para descubrir los edificios pintorescos que esconde el barrio bilbaíno y que se han consagrado como un icono de nuestra geografía
Prepárate para descubrir los edificios pintorescos que esconde el barrio bilbaíno y que se han consagrado como un icono de nuestra geografía
En un barrio de Bilbao (dónde si no) hay un grupo de viviendas muy especial que se ha convertido en una más de sus señas de identidad y en un sitio único en nuestro entorno. Muchos ven en ellas una inspiración inglesa otros observan similitudes con San Francisco. Pero su promotor intentó darles un aire de “casitas de campo de estilo suizo”. Hablamos de Irala y sus casas de colores, un decorado perfecto, único en nuestra geografía, que Cervezas San Miguel y sus Ciudades Magníficas te invitan a visitar. ¿Quieres conocer su fascinante historia?
Cualquier podría pensar que las casas de Irala están en una zona céntrica, consagrada como lugar de peregrinación de turistas y locales. Pero no: el barrio de Irala en Bilbao es una zona populosa situada en las afueras, donde la ciudad comienza a elevarse y a hacer bueno su sobrenombre de “botxo”, algo así como agujero en bilbaíno.
Y su origen es igual de populoso. Irala nació como barrio alrededor de una fábrica dedicada a la elaboración de pan, Harino Panadera,. De hecho, el barrio tomó el nombre del fundador de esta empresa, Juan José Irala, que lo diseñó como un ambicioso proyecto empresarial e inmobiliario. El empresario eligió esta zona por varias razones: estaba ubicada en un área de expansión de la ciudad y estaba muy cerca del ferrocarril.
El crecimiento del barrio de Irala fue meteórico: en alrededor de diez años se urbanizaron casi una veintena de calles repletas de viviendas, entre ellas las casas de colores, que dieron cobijo a más de 3.000 personas, con alquileres baratos y aptos para el bolsillo de los trabajadores de la zona. Pero el sueño urbanístico de aquel empresario fue mucho más lejos: además de las viviendas, Irala dotó al nuevo barrio de una red de servicios que le permitió consagrarse como un espacio autónomo dentro de la ciudad.
Hoy, las casas de Irala no solo son un vestigio de aquella época fascinada por el urbanismo británico sino también un decorado perfecto para retratarse en una fotografía única. Si quieres conseguir esta instantánea debes callejear por el barrio, que se encuentra encima de la Plaza de Toros de Vista Alegre, y buscar las calles Baiona, Zuberoa y Kirikiño. No te resultará difícil porque sus colores vivos, a prueba de daltónicos, destacan de entre el resto de los edificios de la zona.
Y, ya que estás por allí, busca algunas referencias del poteo y de los pintxos en este fascinante barrio, cono el Taula, en la calle Arane, para disfrutar de una buena Magna mientras te empapas de su encanto. O la Taberna Goitibera, o el Zuberoa, que te recibirán con una barra de pintxos más que atractiva.
Como ves, las casas de colores de Irala y la historia del barrio son dos de las razones que han contribuido a convertir Bilbao en una de las Ciudades Magníficas que Cervezas San Miguel quiere invitarte a conocer.